La Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I) es un proceso clave para el crecimiento y la competitividad de las organizaciones en un mundo empresarial en constante evolución. Este enfoque integral no solo se centra en la generación de nuevos conocimientos y la creación de tecnologías avanzadas, sino que también abarca la mejora de productos, procesos y servicios existentes. Al invertir en I+D+I, las empresas pueden anticiparse a las demandas del mercado, fomentar la creatividad y la colaboración, y, en última instancia, lograr una ventaja competitiva sostenible que les permita adaptarse a los desafíos del futuro.
Este estudio es un análisis que permite evaluar las tecnologías disponibles en la organización y contrastarlas con las tendencias tecnológicas del sector, con el fin de implementarlas en el desarrollo de nuevos productos o servicios. También incluye un análisis de las habilidades del personal requeridas para su adopción efectiva.
El proceso se compone de tres etapas: en la Etapa 1 (2 semanas), se define el objetivo y alcance del estudio en una reunión con el cliente, analizando sus tecnologías y recursos actuales. La Etapa 2 (4 semanas) implica el análisis de información del mercado y tecnologías, incluyendo patentes y artículos científicos, para evaluar el estado del arte y contrastar con los recursos del cliente. Finalmente, en la Etapa 3 (2 semanas), se elabora el informe final, la presentación ejecutiva, las bases de datos y los tableros interactivos, con la opción de incluir la identidad gráfica del cliente si se solicita.
Para estos estudios, se hace uso de metodologías creadas dentro de la consultoría y protegidas por Derecho de Autor ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) según sea el caso. Estas metodologías parten de la definición de objetivos con el cliente y el alcance que se proyecta al concluir con el estudio. La temporalidad del mismo, junto con las necesidades del cliente, define los puntos clave a entregar.
Al finalizar el estudio, se entrega un informe integral que incluye el formato de la firma de consultoría, junto con la imagen aprobada por el cliente. También se proporciona una presentación ejecutiva y tableros interactivos (dashboard) que permiten una visualización dinámica de los hallazgos y recomendaciones.